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MOCHALES

Semen you soon

 

No todo lo japonés funciona. O eso creía. Al menos mi móvil Sony modelo Xperia es un desastre en su parte teóricamente más atractiva y novedosa: su pantalla táctil. O son mis obesos dedos los que dificultan la concentración del teléfono o es simplemente lo que pienso: que me han dado gato por liebre en estos tiempos en donde lo moderno dura cuatro telediarios y lo antiguo ya no se arregla.

 

Enviaba un mensaje en respuesta a una dama sin más intención que volverla a ver con un saludo educado (See you soon) cuando cada vez que comienzas una palabra aparecen memorizadas las que más has usado. Sorprendentemente cada vez que escribo la sílaba ‘se’ aparece ‘semen’, diagnóstico claro de mis andanzas y preferencias en esta vida; pero de una manera injusta la palabra saltó a la pantalla y el mensaje se envió. Juro que presioné todas las letras habidas y por haber para evitar el ridículo. Pero nada, mi Sony Xperia envió en vez de un ‘nos vemos pronto’ un complicado de asumir ‘semen para ti pronto’.

 

Preocupado por la reacción de la señorita, con la que no había compartido más que un café, apagué el teléfono haciéndome el loco cuando a los cinco minutos comprendí que aquello no tenía más solución que cambiar de número de teléfono, hacerme una operación de cirugía estética y adoptar otra identidad ya en Siberia, como muy cerca.

 

Y volví a encender el móvil verificando cada treinta segundos si ella había respondido. Pensé en muchas posibilidades, pero curiosamente ‘semen’ se escribe exactamente en igual en inglés y en español. No había más opción que esperar la deflagración que se produjo de manera preocupante: “You are so funny”.

 

Lo de la mujer en Asia es, al menos, alarmante. Le mandas un mensaje a las once de la mañana invitándola a semen y ésta en vez de llamar a sus abogados o interponer una denuncia por acoso sexual te contesta con un ‘qué divertido eres’.

 

No sé qué haré cuándo la vea pero me temo que no querrá jugar al Lego. Si acaso follar a destajo. Lo de siempre. Y gracias a Sony por arruinar mi moral, ya de por sí disoluta.

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